SONIDOS DEL PASADO, EL CASO DEL TUNEL LO PRADO

Sonidos del pasado, es el nombre que quise dar a este relato recopilado en proceso de investigación por parte de nuestro equipo. Los hechos que han rondado este hecho llenan de duda y misterio tanto a quien investiga como a quien nos entregó la información, además de los registros que demuestran que este hecho es totalmente cierto. Todo este hecho se remonta a mayo del 2019, pero para comprender mejor es suceso debemos remontarnos mucho tiempo atrás para unir cabos y ver que las conclusiones tienen un sentido y una unión.

Nos debemos ubicar en Santiago de Chiles, exactamente en la comuna de Pudahuel. Esta comuna, que demográficamente es muy amplia, delimita con otras comunas entre ellas Curacaví y en este sector de limite

se encuentra uno de los túneles de más longitudde Sudamérica, “el Túnel Lo Prado”.

Este túnel fue inaugurado en 1970 (estructura original de edificio), pero a partir del inicio de este milenio se construyó el segundo, pero con una estructura distinta. El túnel más nuevo tiene 2.861 metros de longitud y se encuentra en la vía que va hacia Valparaíso. El túnel original tiene una extensión de 2.750 metros de longitud y sirve como vía hacia Santiago. El 13 de enero de 1966, el Primer Mandatario Don Eduardo Frei Montalva ordenó la explosión de la primera tronadura, iniciando la construcción de esta moderna obra de ingeniería que uniría Santiago con Valparaíso disminuyendo considerablemente el tiempo de tránsito y aumentando el tiempo de economía por la nueva ruta. Esta monumental obra vial demoro cerca de casi 5 años en su construcción la cual incluyo muchos detalles que incluyeron deslizamientos de tierra, mala calidad de la roca, problemas con el agua, etc. La construcción en si fue efectuada literalmente a mano entre explosivos, pala, picota y maquinaria pesada para remover la gran cantidad de material extraído. Hasta ahí todo normal a lo que se refiere al aspecto histórico de construcción.

La recopilación de datos en base a la realidad que envolvió la construcción de este moderno túnel esta eclipsada por las condiciones laborales y tratos que envolvían aquel proceso. Según lo que cuentan hijos de trabajadores de aquellos años las labores estaban fuera del marco de regularización laboral, lo cual causo muchas complicaciones en el aspecto de seguridad laboral. Estas complicaciones más el interese de trabajar en esta gran obra de construcción pionera para la época conllevo a que aquellas personas inmersas en esta obra quisieran obtener un mejor posicionamiento dentro de la construcción y también conservar su puesto de trabajo.

La empresa involucrada a cargo de este proyecto, consignado por el Decreto n° 3098, fue “Devés, Del Río y Torreti Ltda”, trayendo consigo mucho personal externo a estas faenas. Dentro del proceso de trabajo, los empleados pernoctaban en campamentos cercanos a la obra, en el sector de L Aguirre, se desarrollaban actividades nocturnas ilícitas entre ellas el famoso trueque (o ruleta rusa como es actualmente conocida), esta actividad como su nombre lo dice era echar a la suerte la vida de los mismos trabajadores con el motivo de reemplazar su puesto y también la remuneración (en aquellos entonces pagados con fichas). Hasta el momento toda esta información recabada entra a formar parte de la historia de esta gran obra.

Adentrándonos más en el hecho en sí, con el pasar de los años, en el 2018 un grupo de inspectores a cargo de la seguridad de la ruta 68 son enviados a inspecciones el entretecho (lugar ubicado sobre el tune hasta la misma roca), fueron designado a revisar las instalaciones del entretecho de este túnel, al avanzar y observar su entorno que se caracteriza por su absoluta oscuridad y al internarse más descubren entre una grieta en la roca algo que llamo mucho la atención, un tarro de conserva con una aza de alambre (conocido en el campo como choquero) y dentro de este una cuchara de gran tamaño, cuchara que al observar tenía décadas de longevidad. Este artefacto encontrado era usado e inclusive hasta el día de hoy para colocarlos al fuego para hervir agua y en el mismo para servir té. Según los testigos este artefacto fue dejado en el mismo lugar más que nada por respeto por las historias que contaban sobre la construcción de este túnel que estaba envuelto dentro de enigmas y misterios.

Al pasar el tiempo, exactamente en mayo del 2019, un grupo de funcionarios de la concesionaria de la Ruta 68 son enviados a inspeccionar entretecho del túnel Lo Prado entre ellos cuatro operadores y un geólogo, la misión poder reparar el techo del túnel que producto del golpe de un camión container, había hecho un pequeño socavón. Al avanzar y encontrar esta ruptura del techo procediendo a reparar, en la distancia y oscuridad comienzan a escuchar el golpe continuo de un tarro, como quien lo golpea con algo de metal hacia el interior del túnel, al escuchar tantas historias que encierra ese lugar comenzaron a sentir que el miedo invadía su cuerpo, más que nada ver que había un sonido efectuado por alguien , más que nada por la regularidad entre sonido y sonido, y por lo imposible que alguien estuviese ahí, ya que ellos cinco eran los únicos autorizados para ingresar a ese sector.

Ya finalizada la labor y ese aterrador ruido que hace minutos los acompañaban, uno de los integrantes de este grupo envalentona a los demás para investigar y ver a que se debía ese ruido avanzando más hacia el interior llegando a una puerta divisoria de metal sin cerrojo, colocando atención se dan cuenta que ese ruido de golpeteo metálico Vania desde el interior. Intentando uno de los trabajadores abrir la puerta se percatan que está fuertemente cerrada, solicitando ayuda y entre dos personas pudieron abrir esa puerta, la sorpresa fue abismante. Al abrir esta puerta alguien, con un sonoro ruido, patea o lanza un objeto metálico en dirección contraria a ellos como si lo hubieran pateado y era el mismo ruido que había desde mucho antes escuchado. Sintieron como rodaba un tarro rodaba por el piso pero lo más extraño de todo eso es, que claro se podría atribuir a que este tarro estaba cerca o colgado en la puerta metálica y que al abrirla este se cayera o golpeara provocando el ruido y la sensación que estaba rodando pero, el sonido en comparación a la distancia de la puerta estaba aproximadamente a 20 metros y como el lugar está totalmente sin transito la acumulación de polvo era notoria, el polvo se levantaba a la misma distancia enunciada imposibilitando que la hipótesis anterior fuera valedera.

El miedo los engullo a todos y con fuerte voz el encargado de esta expedición solicito a viva voz que todos salieran rápidamente del lugar y que nadie más se acercara al lugar sin previa autorización y compañía.

Después de este hecho entregado por testigos perteneciente a este grupo de trabajadores, la empresa determino colocar iluminaria en todo el sector del entretecho y los más recalcante de este suceso es, el lugar del sonido y de la puerta metálica y a veinte metros se encontró muchos años antes una lata de metal (de conserva) con un aza de metal con una gran cuchara de metal en su interior. Con todo esto queridos amigos saquen sus propias conclusiones.

Como dato adicional para respaldar este hecho, en el proceso de investigación y recopilación de datos para que puedan respaldar este suceso, un video de la inspección es presentado en donde el sonido metálico de este tarro se hace notorio, mostrando que estos trabajadores en sus labores de inspección pudieron constatar en primera persona un hecho paranormal que antes era solo parte del mito y que ellos pudieron en carne propia vivir.