SAN BARTOLO, EL PUEBLO QUE DESAPARECE
El Desierto de atacama, con sus más de 100.000 km2 esta zona del planeta está considerada como el lugar más árida del mundo. Se encuentra ubicada en la zona norte del cono sur americano, específicamente en Chile, cerca de la frontera con Perú, al igual que en su país vecino, también se encuentran geoglifos igual que su país vecino, también posee figuras humanas, animales y extraños símbolos, un lugar que ostenta riquezas minerales, pero también ostenta un centenar de sucesos enigmáticos. Este informe que me complace en difundir, los invito a cruzar esta puerta que de seguro, los dejara atónitos al descubrir el silencio y soledad embarga el ambiente de este místico terreno, parece invitarnos a conocer su parte arcana.
Los invito a rrecorrer este misterio que encierra este majestuoso desierto imaginando un lugar donde nos hemos sentido a gusto y queremos volver a estar ahí, un lugar de paz, con olores y matices que de seguro nos son familiares, a todos nos encantaría volver a estar ahí, pero esa paz y ese silencio, de repente nos hace caer, que además de todo eso necesitamos agua para beber, el sol aprieta con fuerza y la comida esta asientos de kilómetros de donde nos encontramos. Como verán a veces esa paz se convierte en angustia, por no tener un celular cerca, a estar condenado a una muerte segura, así estimados lectores es el Desierto de Atacama.
El Desierto es implacable, es un entorno duro, seco. Sus habitantes son duros de roer, dedicados casi la mayoría a la minería, aunque a veces se tienen que enfrentar a algo que uno no siempre tiene contemplado, el misterio. Dentro del Desierto de atacama encierra un submundo, en paisajes inertes extraños personajes, la ufología, apariciones fantasmales, prácticamente todo se condensa en aquel lugar.
Existen extrañas escrituras, petroglifos o piedras que adornan el paisaje árido del norte de Chile, vestigios de civilizaciones pasadas, que podrían compararse en tecnología a nuestra civilización, según exponen algunos científicos de la materia, además existen extraños cultos religiosos como por ejemplo, la festividad de la tirana, una danza que hace que los bailarines bajo la influencia o efectos de hongos alucinógenos que se cultivan en el desierto, bailen sin parar durante días enteros, todo ello observados bajo la atenta mirada de un animal mítico de la zona cordillerana, el cóndor, que sobrevuela y que todo lo ve y aseguran que es el dios encarnado en ave.
Una extraña población ubicada en la Provincia de Atacama, es San Bartolo, un lugar de relució por las vetas de oro y minerales por 1830, pero que 30 años más tarde se volvió decrepito y prácticamente abandonado, precisamente por el agotamiento de estas excavaciones, se dice que San Bartolo es una curiosidad, un pueblo fantasma que aparece a conveniencia, según parece se comenta en la zona está disponible para los visitantes que van de buena fe o que son buena gente, desaparece para los vándalos o indeseables que van a buscarlo para saquearlo, algunos testigos que han podido visitarlo lo ubican entre dos cerros, llamados Vallos, habría también en la otra zona una mina llamada Totarrillo y otra llamada Cruz, como pueden leer el lugar parece ubicable, pero cuando se quiere regresar a él no siempre se encuentra.
También hay que denotar que el paisaje del desierto de Atacama asemeja mucho al paisaje lunar, precisamente San Bartolo no está ubicado en los mapas, se incluye en algunos documentos antiguos, pero se le otorga el valor de ruinas o de zona pintoresca , pero con muy pocas reseñas, lo cierto es que San Bartolo aparece de vez en cuando, incluso guías autóctonos de la zona cercana de Copiapó, aseguran que cuando han querido volver al pueblo han encontrado la zona cambiada, les a sido imposible volver a localizarlo, San Bartolo es un lugar imposible pero no solo esta esté lugar de sucesos extraños, vemos también una zona llamada Hacienda Castilla, actualmente está en manos de una familia Libanesa, la familia de apellido Zumar, y este terreno ocupa una extensión de 40 kilómetros de largo por 20 o 30 kilómetros de ancho.
Esta hacienda está ubicada en plena provincia de Atacama, que reúne entre sus leyendas elencos de luces misteriosas, aparición del Chupacabras, todo lo que sucede en la zona. La historia remonta a 1952, donde una Eeja (Andrés y María, nombres inventados a petición de la pareja), se vieron inmersas en un misterio que duraría hasta el final de sus vidas. Andrés salía un día a comprar cigarrillos a una población cercana , pero en el camino al parecer se hizo extremadamente largo, nada menos que 20 años, la pista de la policía se perdieron a un punto cercano a la Hacienda Castilla, evidentemente la familia se resignó a que Andrés no volvería nunca más a estar junto a ellos, incluso, la burla de los vecinos crecía a medida que pasaba el tiempo, todos hablaban que Andrés había escapado quizás hasta con su amante, pero pese a la resignación María nunca perdió la esperanza de verlo regresar y así fue que una mañana pasado 20 años, la hija del desaparecido estaba realizando las tareas del hogar cuando alguien de repente llamo a la puerta, de forma inesperada, y al otro lado del umbral, pudo ver con asombro el rostro de su padre, prácticamente 20 años más viejo, la miraba atentamente con una mirada lejana , como de alguien que se hubiera despistado, Andrés actuaba de manera normal, como si hubiera ido a comprar hace 10 minutos y sin embargo su ropa no parecía estar alterada, estaba tal cual como él había salido, solo era más viejo a pesar que todo lo que portaba estaba tal cual hubiera pasado unos minutos, lamentablemente María su esposa, había fallecido años antes y jamás pudo explicarse lo que le pudo haber pasado a su marido.
Andrés falleció de muerte natural en 1982, precisamente sus nietos encontraron unos escritos que Andrés con algunos detalles de lo que ocurrió, precisamente en las inmediaciones de la Hacienda Castilla y todo apuntaba a una experiencia interdimencional. Según la recopilación de datos, esta tenía fuertemente aspectos de verdadera. Se da a conocer que esta persona tuvo una experiencia de viaje por el tiempo sin explicación alguna para Andrés.