EL EMPAMPADO RIQUELME, VIAJERO SAN PEDRO DE ATACAMA
EL EMPAMPADO RIQUELME
Una historia rescatable es sobre Julio Riquelme Ramírez, un hombre que en 1956 abordo un tren en la ciudad de Chillan, Chile, en dirección a Iquique y que misteriosamente desapareció en el trayecto.
El motivo del viaje de julio era por el bautizo de uno de sus nietos, el tren llamado Longinus tardaba 4 días en cruzar el trayecto, internándose en el Desierto de Atacama. La frecuencia con que los trenes hacían este trayecto era de 2 por semana y lo cierto es que en Iquique estaba todo preparado para recoger a Julio, justamente el 5 de Febrero, 4 días después de su partida. El tren realizaba una parada antes de ingresar al desierto, en una estación llamada Los Vientos, un lugar realmente abandonado, un lugar donde no subía ni bajaba ni un pasajero y donde lo único que se hacía en el lugar era cambiar un tanque de agua lleno por el vacío que ya portaba el propio tren, precisamente en este lugar donde se pierde la pista a Julio Riquelme.
Ya en 1999 en las oficinas del Aeropuerto de Cerro Moreno, Antofagasta, en un sobre cerrado aparecieron unos utensilios y objetos personales que unos turistas dijeron haber encontrado en forma de restos óseos, en medio del desierto y que entregaron a la policía dando por sentado que pertenecían a aquel hombre desaparecido en 1956, pues precisamente el esqueleto se encontró, con los zapatos de piel intacto y el traje que llevaba al salir de la estación de Chillan, corroborando que era Julio Riquelme, como si se tratase de un macabro maniquí de las grandes tiendas, pero que estaba a unos 18 kilómetros de la entrada de la estación de Los Vientos donde la policía le perdió la pista. Increíblemente todo estaba intacto, menos el propio Julio, la tarjeta del Bautizo, los objetos personales, todo estaba intacto como si el tiempo no hubiera transcurrido, lo único que para Riquelme no fue así.
Gustavo Rosendo, uno de los policías a cargo de la investigación, piensa que tras investigar más de un centenar de caso de desapariciones extrañas, en ocasiones hay personas que se despistan el interior del desierto, que se pierden para siempre, bajo esas silenciosas arenas . Pero Julio Riquelme se bajó del tren para adentrarse en el desierto sin siquiera caminar siguiendo las vías del tren que hubiera sido lo normal, en este caso. ¿Qué lo impulso hacer algo así?, no existen motivos para haberse bajado de ese tren y sobre todo por que apareció en ese extraño estado.
El 25 de Agosto de 1999, Julio Riquelme recibía santa sepultura tras 43 años de su desaparición, solo sus huesos acabaron en la fosa común, pero su increíble historia también enterrada para siempre, nadie pudo dar explicación.
Espacios temporales o agujeros negros, atracción sobrenatural del desierto, te invito a cruzar el umbral del misterio y descubrir que hay un mundo increíble allá afuera.
Saludos
Mario González
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